"¿Si tú hubieses tenido marido, pareja o hijos, tú podrías haber hecho la carrera que has hecho?", le preguntaba Jordi Évole a Maruja Torres en esta entrevista que concedió al presentador en la temporada pasada de Lo de Évole. "Las mujeres, por suerte o por desgracia, parimos. Estoy deseando que podáis parir vosotros, y si puede ser por el pito, mejor", decía sin pelos en la lengua la aclamada periodista tras reflexionar sobre el amor y la maternidad.

Ella, aseguraba, carecía de eso que muchos llaman "instinto maternal". "Tener hijos es una belleza y la vida tiene que continuar, yo no, pero los otros sí. Cada cual puede elegir su destino". Para ella, es "una condena". "Parir, no, lo que te quita", especificaba.

En aquellos tiempos, en los que abortar no era solo "un estigma", sino algo "que solo se podían permitir los que eran ricos o los que pedían un préstamo", ella lo hizo dos veces de manera voluntaria. "Yo decía: 'señora Nadal, voy a trabajar el mes de agosto en vez de irme de vacaciones, me lo podría adelantar?' y yo, con ese dinero me iba a abortar".

"O una vez, que fue graciosísimo. Fue en el festival de Cannes y entonces, fuimos al casino. Me prestaron dinero y yo jugué. Jugué al 16, que es mi cumpleaños, y me sale. Y cuando tengo el equivalente de 60.000 pesetas -el aborto valía 30.000 y yo estaba embarazada en ese momento- me planté". Le dijo a su acompañante "30 pa' ti y 30 pa' mí'". Ahí respiró aliviada. "Me puedo ir a Londres", pensó.

"Imagínate que yo tengo a ese niño que no deseaba, pero que lo hubiera querido si lo hubiera tenido, por supuesto, me hubiera dedicado a él, pero a lo mejor hubiera sido una mala madre en vez de una buena periodista. Cada uno sirve para lo que sirve", reflexionaba.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de la pasada temporada de Lo de Évole que laSexta ha vuelto a emitir este domingo.