Ferran Adrià cuenta que en los últimos años de El Bulli se dedicaban "a crear". "Cocinar era una excusa para la creación", afirma Adrià que, además, reconoce que no tenían vocación de ser chef porque no le gustaba "ni comer ni cocinar". "Me hubiese gustado ir a la universidad", afirma el conocido maestro de la gastronomía española.
"Estuvimos 14 años sin ganar dinero", cuenta Ferran Adrià de sus comienzos como profesional, que añade: "Mi socio y yo en el año 88 ganábamos lo que sería, siendo propietarios, 1.500 euros y el equipo cobraba en dos partes porque no llegábamos a fin de año
"Tuvimos la suerte de que la gastronomía cogió una actitud social muy importante, estábamos en el momento adecuado y aprendimos mucho. Si tuviéramos que definir nuestra labor como profesionales, serían nuestras ganas de aprender", cuenta Adrià.
Ferran Adrià recuerda, además su época en El Bulli: "Yo podía poner el precio que quisiera porque en el Bulli cada año teníamos dos millones de personas de demanda. Cuando fuimos portada de 'The New York Times', en 2003, hicieron estudios del impacto de la publicidad sin pagar. El Bulli generó 300 millones de euros anuales". "Sé que puede parecer pretencioso, pero es la realidad", asegura.