Esta no es la primera vez que Vinicius sufre episodios racistas. No hace tanto, aparecía una pancarta antes de un derbi madrileño con un mensaje de odio acompañado de un muñeco con la camiseta de Vinicius colgando de un puente.

Antes del extremo del Madrid el que no se calló fue Samuel Eto'o cuando jugaba en el Barça. Tuvo que soportar cánticos terribles en muchos campos de España. Hasta que en 2006 el camerunés estalló. Amenazó con marcharse del campo. No podía más: "Yo no juego más", decía. Tuvo que aguantar insultos racistas y gritos imitando a los de un mono. Rivales y compañeros le convencieron para que no se fuera del campo. Su actitud marcó un punto de inflexión.

No fue la única imagen que hizo historia en nuestra Liga. En el campo del Villarreal le lanzaron un plátano a Dani Alves. El jugador del Barça respondió con ironía y se lo comió. Kameni, portero del Espanyol, también sufrió ataques racistas en la Liga española. Gritos imitando a los de un mono. Ocurrió en el Vicente Calderón, el antiguo campo del Atlético de Madrid. Pero vivió episodios similares en otros campos como el del Zaragoza. En la Romareda, según sus propias palabras, fue donde más ha sufrido sobre un terreno de juego en toda su vida. Aquel día, hasta los recogepelotas le hicieron el sonido del mono, chavales de apenas 11 o 12 años,

Y mucho más reciente: los hermanos Williams. Los futbolistas del Athletic también han sido objetivo de los xenófobos. Iñaki, el mayor, fue el primero en sufrirlo. Después, su hermano más joven, Nico, tampoco se ha librado de los racistas. Ahora al menos algunos clubes pagan pequeñas sanciones y a algún aficionado se le impide volver a entrar en el estadio. Hace dos o tres décadas era aún peor. El mítico portero del Rayo Vallecano, Wilfred Agbonabareh, tuvo que aguantar cánticos horribles en el Santiago Bernabéu: "Negro cabrón, recoge el algodón".

Roberto Carlos, del Real Madrid tuvo que soportar una terrible pancarta en el Camp Nou. Se podía leer cómo le llamaban "macaco" y, lo peor de todo es que nadie obligó a que se retirara. Pero el racismo no era exclusivo de la grada. La xenofobia también estaba presente en la "zona noble", en los palcos. Jesús Gil sobre Adolfo 'El Tren' Valencia, un futbolista de su propio equipo, del Atlético de Madrid. dijo: "Al negro le corto el cuello, a ver si lo matan".