El Congreso de los Diputados ha hecho pública la declaración de bienes y patrimonio de los 350 diputados que salieron elegidos tras el 23J. Entre los políticos que han presentado su correspondiente declaración destaca el presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE. Pedro Sánchez, ha declarado su salario como presidente de 87.814,80 euros y unas ganancias de 42.000 euros por derecho de autor, ya que ha escrito dos libros: 'Manual de Resistencia' (2019) y 'La nueva diplomacia económica española' (2013). Además, tiene dos viviendas y 100.000 euros en un plan de pensiones.

Otro de los nombres más destacados de la lista publicada por el Boletín del Congreso es el del líder del Partido Popular. Alberto Núñez Feijóo cobra 39.000 euros por "gastos de representación" de su partido y es el propietario de tres viviendas (en Madrid, A Coruña y Vigo) y un fondo de inversión de 400.000 euros. El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha declarado al Congreso que cuenta con una casa y una cuenta bancaria con 29.000 euros. Mientras que la líder de Sumar, Yolanda Díaz, tiene una vivienda y 33.000 euros en la cuenta. El resto de las declaraciones completas de todos los parlamentarios, con los sueldos, los coches, los garajes, los pluses por ser cargos del partido,... las tienen en el siguiente enlace.

Ahora bien, ¿son verdad? ¿Sirven para algo? Esto es una cuestión de transparencia de nuestros cargos públicos. Y de hecho es una obligación para todos los diputados y senadores. O por lo menos, eso dice el reglamento de Parlamento: que tienen que declarar públicamente sus bienes y sus ingresos. El problema es si un diputado miente en su declaración... A efectos prácticos no pasa nada. Las declaraciones de los diputados y senadores no son contrastados con Hacienda ni con otro organismo público de control. Las revisa la Oficina de Conflicto de Intereses del Congreso, pero no castiga a los diputados que ocultan información. No ha habido hasta hoy una multa. Lo único que se limita es a informar o llamarles la atención. Hay lagunas en la ley y algunos diputados las usan.

¿Pueden ocultar algunas cosas? La teoría dice que lo tienen que detallar, pero la realidad es muy distinta. Ejemplos: un diputado puede poner que tiene acciones en bolsa. Que ha invertido en una empresa. Y así lo escribe en la descripción: acciones cotizadas en bolsa. 5.000€. Ahora bien, nadie sabe dónde ha invertido ese dinero. Y lo mismo con lo que reciben. Si tienen beneficios de dividendos, no siempre detallan de dónde salen. Lo mismo pasa con las sociedades. Los diputados dicen si tienen participación en una sociedad, pero a veces ni siquiera detallan qué porcentaje tienen. Y lo que hay dentro de esa sociedad ya es una incógnita: si hay más casas, más coches, barcos...

Sobre el tema de las viviendas, hay otra laguna. Los diputados escriben que tienen una vivienda. O las que sean. Después detallan la hipoteca que les ha concedido el banco. El préstamo. Pero nadie sabe cuánto han pagado fuera de esa hipoteca ni si la casa realmente costaba el triple. Y si ya no tienen hipoteca, ni siquiera sabemos si la pagaron de una.