Era un día de inauguraciones

Con una paga extra (para compensar los bajos salarios) y sin trabajar: así se celebraba el 18 de julio durante el franquismo

El contexto Durante la dictadura, festejar el 18 de julio era obligatorio en España. Ese día, los trabajadores cobraran una extra, mientras que Franco hacía una recepción con las altas instituciones del Estado.

18 de julio, fiesta de Franco

Celebrar el 18 de julio durante la dictadura era obligatorio en España. Ese día se celebraba con una paga extra. Y es que el franquismo estableció que los trabajadores la cobrasen ese día, lo que podría considerarse el origen de la extra de verano. Ese dinero, más que para conmemorar el golpe de Estado, era por el Día del Trabajo.

De esta forma, el franquismo celebraba cada 18 de julio el franquismo el 'alzamiento', y también la fiesta de los trabajadores, ya que no quería hacerlo el 1 de mayo. Aquel dinero era una forma de compensar por los bajos salarios. Aquel día, además no se trabajaba, salvo que fueras Franco o parte de su séquito.

En su caso, y para evidenciar "lo bien que le iba a España" gracias a su dictadura iniciada un 18 de julio, inauguraba de todo, y todo cerca de Segovia, ya que allí, en el Palacio de la Granja, se celebraba el gran evento del 18 de julio: una recepción de Franco con embajadores, Gobierno y las altas instituciones del Estado.

Allí, les servían un almuerzo que incluía un buen caldo, langosta, ternera y jamón. Además, el franquismo obsequiaba a los invitados con una actuación de artistas. Según los años, según quien la dirigiera, podía ser más clásica o más popular. En 1955, por ejemplo, actuó Carmen Sevilla, con su 'Requiebro'.