Seguro que mucha gente ha celebrado en los últimos días el hecho de no estar dentro de una mesa electoral para el 23 de julio. Lo cierto es que, sintiéndolo mucho, todavía nos puede tocar. En realidad, nos pueden llamar el mismo día de las elecciones.
Los Ayuntamientos de toda España celebraron entre el 22 y el 28 de junio los sorteos para elegir al presidente y a los vocales de cada mesa, además de a los sustitutos para cada uno de los puestos. La Junta Electoral de Zona tiene un plazo de tres días para notificárselo a todos por correo certificado. Ese plazo finalizó el pasado sábado 1 de julio.
Quizás por eso hay mucha gente que se cree que ya se ha librado... pero la realidad es que no. Desde el momento en que se recibe la notificación, las personas elegidas pueden presentar alegaciones para librarse. Este año también se puede alegar, por ejemplo, las vacaciones y los viajes contratados antes de la convocatoria de las elecciones. Ese plazo de siete días para presentar alegaciones finaliza el próximo sábado 8 de julio.
Pero tampoco pueden relajarse si ese día no les han llamado. La Junta Electoral tiene otros cinco días para resolver esas alegaciones, lo que nos sitúa ya como máximo en el próximo 13 de julio. Aquí pueden llegar las sorpresas, porque si se aceptan las alegaciones, la Junta Electoral de Zona tiene que llamar a los sustitutos, y eso puede ocurrir entre el 14 y el 20 de julio.
De nuevo, lo elegidos podrán presentar sus alegaciones hasta 72 horas antes de que se constituyan las mesas electorales, es decir, hasta el 20 de julio, pero ni siquiera ese día podrán respirar tranquilos, porque si alguien apura los plazos y se libra, tendrían que volver a llamar a más gente.
El caso más extremo es el mismo día de las elecciones: si en algún colegio electoral no puede constituirse alguna mesa porque falta uno de sus miembros, el presidente puede reclamar al primer votante que aparezca por allí que pase a formar parte de la mesa electoral.
En resumen, si aún no les han llamado, eso no significa nada. Les puede tocar mesa electoral hasta el último instante.
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