Ocho años después, las izquierdas rechazan oficialmente cualquier tipo de regulación de la gestación subrogada por considerarlo "violencia contra la mujer". Y ni si quiera conciben la posibilidad de que el término gestación subrogada pueda ir ligado al altruismo.

Precisamente ahí, en el altruismo, está la clave para el Partido Popular. En las últimas horas, los populares han moldeado su postura. Rechazan los vientres de alquiler, sí. Pero con matices. Y piden mirar al modelo portugués donde la gestación subrogada está permitida en algunos casos y siempre de manera altruista.

El mismo término al que se agarra Ciudadanos. Ellos apuestan abiertamente por regular la gestación subrogada con dos condiciones: que haya un límite de edad y que sea altruismo.

Esa es también la palabra clave del código deontológico que ha presentado en el Congreso el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. En términos generales rechazan la gestación subrogada porque dicen vulnera la dignidad de la mujer, pero la aceptan, al igual que el PP y Ciudadanos, cuando se haga de manera altruista.