Seguridad energética
Un plan de seguridad eléctrica nacional caducado: cinco años de retrasos y vulnerable
¿Por qué es importante? La falta de renovación del plan de seguridad energética deja a España sin una estrategia moderna, poniendo en riesgo la estabilidad de su sistema eléctrico ante posibles emergencias.

El diésel ha sido el protagonista al mantener en funcionamiento infraestructuras críticas como hospitales, organismos públicos y centrales nucleares. Mientras tanto, la electricidad proveniente de Francia y Marruecos ha sido clave para activar las centrales hidroeléctricas y de ciclo combinado en Cataluña, Euskadi y Cádiz, propagando la tensión eléctrica por todo el país.
Pero, a pesar de esta interconexión, España carece de un plan de seguridad eléctrica nacional actualizado, algo esencial para garantizar la estabilidad del sistema.
El actual plan de estrategia de seguridad energética nacional lleva cinco años caducado. Aprobado en 2015 durante el mandato de Mariano Rajoy, en plena crisis económica, cuando la guerra en Ucrania no había alterado los precios ni el suministro de energía, este informe debería haberse renovado en 2020.
Sin embargo, tras cinco años de retrasos, la falta de renovación sigue sin resolverse, a pesar de que se ha considerado un "ámbito de especial interés" en varias ocasiones.
¿Qué dice ese plan obsoleto? En términos generales, subraya la importancia de garantizar la seguridad de las infraestructuras frente a accidentes técnicos, errores humanos y amenazas cibernéticas, además de la necesidad de actualizar e invertir en las instalaciones para evitar futuros problemas de cobertura.
Pero lo que realmente hace falta es dinero, algo que ni el plan ni el gobierno han resuelto satisfactoriamente.
A pesar de que se habla de mejorar las infraestructuras y las interconexiones, la inversión real está lejos de ser suficiente. Red Eléctrica, encargada de las mejoras en la red eléctrica, tiene un plan quinquenal de infraestructuras.
Para el período 2021-2026, prevé una inversión de 6.963 millones de euros, que deben ser aprobados por el Gobierno. Sin embargo, expertos y estudios apuntan que se está invirtiendo menos de lo necesario, y que Red Eléctrica podría haber invertido 3.200 millones de euros más entre 2013 y 2023.
El apagón reciente es una clara muestra de las deficiencias en la planificación y las inversiones necesarias para garantizar un sistema eléctrico seguro y resiliente en el futuro.