El Dalái Lama ha tenido que disculparse por pedirle un beso a un niño y también por pedirle que le chupara la lengua. La única justificación que se le ocurrió al líder espiritual tibetano y a su equipo es decir que suele tomar el pelo de forma inocente y traviesa incluso en público y delante de las cámaras.

La imagen de ese niño resistiéndose a besarle la lengua es una de las más desagradables de los últimos meses. Pero no es ni mucho menos la única polémica que ha rodeado al Dalái Lama. Algunas de ellas son muy recientes, teniendo en cuenta que el Dalái Lama lleva siendo 83 años el líder del budismo tibetano. En 2018, el Dalái Lama reconoció que conocía abusos sexuales a menores por parte de maestros budistas desde los años 90. Casi 30 años sabiéndolo y jamás lo denunció. Lo reconoció cuando se reunió con cuatro víctimas. Y dijo que lo les contaba no era nada nuevo. Se refirió a las acusaciones contra Sogyal Rimpoché, uno de los maestros budistas más conocidos del mundo.

83 años como líder y al Dalái Lama le han preguntado en alguna ocasión por su sucesor. En este caso, si ve la posibilidad de que la futura Dalái Lama sea una mujer. Pero si esto ocurre, tiene que pasar con una condición. Dijo: "Esa mujer debe ser muy atractiva, si no, no sirve de mucho". Pero no se quedó ahí. Terminó diciendo que si no era atractiva, "la gente preferirá no verle la cara".

La reencarnación eligiendo género y atractivo, pero él se justificó diciendo que 'la razón' reside en "la belleza interna y externa". Al Dalái Lama en todos estos años también le han preguntado por el aborto. Como líder religioso, está en contra. Considera que "el aborto es un acto de matar". Eso sí, en el New York Times abrió la puerta a excepciones: "Si el niño por nacer será retrasado o creará problemas graves para los padres (…) creo que debe aprobarse". Aún así, la solución que da el Dalái Lama al aborto fue que "sin sexo, no hay que preocuparse por el aborto".

El Dalái Lama lleva viviendo en el exilio más de 60 años. En este tiempo, también ha opinado sobre la migración y la acogida de refugiados, en concreto en Europa. Para él hay que mantener "Europa para los europeos". Según el Dalái Lama, los migrantes saben que están mejor en su propia tierra. En una entrevista dijo que si los refugiados llegan en un número limitado, está bien. Y añadió: "Que toda Europa no se puede convertir eventualmente en un país musulmán o africano". Cuando el Dalái Lama tuvo que huir y exiliarse por la invasión china, tuvieron que hacerlo junto a él 150.000 refugiados.