El gobierno se ha visto obligado a retirar su proyecto de Ley del Suelo debido a la falta de apoyos, incluyendo algunos miembros de su propio partido. Incluso, en un momento dado, esperaba contar con el respaldo del Partido Popular, pero este también le negó su apoyo. Ni sus socios de coalición ni los partidos de oposición respaldaron la propuesta. Esta retirada marca el segundo revés parlamentario de la semana para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que ha dado un paso atrás ante la posibilidad de una derrota segura. Este acontecimiento subraya los desafíos que enfrenta el gobierno, ya que cada ley se convierte en una carrera de obstáculos.

En lo que va del año, solo tres leyes han logrado salir adelante, con apoyo mínimo y en medio de intensas negociaciones. La primera, la eliminación del término "disminuido" del artículo 49 de la Constitución, contó con el respaldo de todos los partidos, excepto Vox, que se abstuvo. Las otras dos leyes, el decreto "ómnibus" y el octavo paquete de medidas anticrisis, fueron aprobadas por un margen estrecho de votos.

Sin embargo, el mismo día en que se retiró la ley del suelo, se produjo el primer fracaso de la coalición con la reforma del subsidio de desempleo. A pesar de las negociaciones hasta el último momento, la ley fue derrotada por los cinco diputados de Podemos integrados en el grupo mixto. Además, recientemente, ninguno de los socios de investidura del PSOE apoyó la prohibición del proxenetismo.

Además, 21 leyes del gobierno están actualmente en proceso de tramitación, incluida la ley de amnistía, esa que el PSOE negoció con Junts a cambio de su investidura y precisamente han sido ellos los que han dilatado los plazos, porque contra todo pronóstico, votaron en contra.