Se cumplen 60 años del instante en que el mundo ha estado más cerca de una guerra nuclear: la crisis de los misiles de Cuba. El 14 de octubre de 1962, aviones espías estadounidenses captaron imágenes que demostraban la construcción de plataformas de lanzamiento de misiles de alcance en Cuba, a tan solo 200 kilómetros de Estados Unidos.

El descubrimiento desató una crisis y un enfrentamiento directo entre las dos grandes superpotencias de la época, Estados Unidos y la Unión Soviética, y sus líderes en aquel momento: John F. Kennedy y Nikita Kruschev.

Esas fotografías llegaron a manos del recién nombrado Kennedy y en un discurso televisado de 17 minutos anunció a su país la decisión que había tomado: establecer un cerco naval alrededor de la isla, una cuarentena. Tan solo un día más tarde, se desplegaron barcos y aviones de guerra estadounidenses en el Caribe para ejercer un bloqueo por aire y por mar.

La represalia no gustó al presidente ruso, que consideró el movimiento una agresión contra la URSS. Cuba se preparó para una posible invasión de Estados Unidos y Fidel Castro llegó a pedir a la Unión Soviética un ataque preventivo, pero Kruschev mantuvo la calma y puso encima de la mesa una solución: los misiles se irían de Cuba si EEUU se llevaba los suyos de Turquía.

13 días de negociaciones evitaron una guerra nuclear. Estados Unidos y la URSS consiguieron un pacto con la presión de la ONU, Kennedy levantó su cuarentena y prometió no invadir Cuba si los misiles soviéticos se marchaban. Y funcionó. ¿Qué pasó con las que tenía Estados Unidos en Turquía? Hubo otro acuerdo, pero extraoficial y también se acabaron desmantelando. Fue el momento que más cerca hemos estado de una guerra nuclear.