La evacuación de 34 españoles de Sudán ha sido un éxito. En el avión viajaban además una treintena de ciudadanos de otras nacionalidades. No fue un rescate fácil. En la embajada de España en Sudán, en el centro de Jartum, estaban todos los españoles que querían salir del país. En el epicentro de una ciudad de 1.000 kilómetros cuadrados, de dos millones de habitantes, y atrapados. Y fuera, los tiroteos no cesaban.

La salida más fácil parecía el aeropuerto, situado a menos de 20 minutos, pero estaba tomado. Había que buscar otra opción y el Ejército español la encontró a 16 kilómetros de la embajada: un pequeño aeródromo. Para llegar hasta allí se desplegó toda una operación organizada al milímetro: la operación NEO.

200 activos fueron movilizados: paracaidistas, operaciones especiales, apoyo aéreo, unidades médicas y de reconocimiento. Hubo hasta tres países implicados: España, Sudán y Yibuti, a 1.500 kilómetros de Sudán, donde se encontraba un destacamento español. Concretamente el destacamento Orión. 55 militares que luchan contra la piratería en el océano Índico, como parte de la Operación Atalanta. Esa fue la base de operaciones.

Desde ese lugar había que entrar en Sudán. Ir en blindados a la embajada, recoger a 72 personas, volver al aeropuerto y de ahí salir a Yibuti. Y se hizo. Todo en menos de 48 horas. Los cuatro aviones que transportaban dentro los Hummer blindados aterrizaban en el aeropuerto. Del camino a la embajada no hay imágenes por motivos de seguridad. Aún hay españoles que se han quedado ahí voluntariamente y quizá hay que volver.

La siguiente imagen que hay es la de la primera parte de la misión cumplida. Todos ya en el avión, algunos tirados por el suelo, otros durmiendo. Entre ellos, el embajador español que, dijo, sería el último en abandonar el país. Así llegaron a Yibuti.

Los siguientes pasos fueron más sencillos: volver a embarcar y regresar a Madrid. Salieron a las 23:00h y por la mañana aterrizaban, con el ministro esperándoles a pie de pista y ya pudiendo llamar a casa para decir que todo había ido bien. Los civiles ya han vuelto, pero aún faltan los militares que participaron en la operación.