Así es Russell Vought, el posible sucesor de Elon Musk para liderar los recortes en Estados Unidos

Elon Musk ya tendría un posible sucesor para su papel como 'zar de los recortes', y se trata de Russell Vought, un ideólogo ultracatólico con un ambicioso plan para transformar la burocracia estadounidense e imprimir una fuerte impronta cristiana en el gobierno y la sociedad.

Vought no oculta su visión. Hace apenas un año, compareció ante el Capitolio para advertir que Estados Unidos enfrenta una "Guerra Fría" interna, una suerte de "guerra civil fría" que, en su opinión, será ganada por quienes usen los "principios bíblicos" para guiar al gobierno en la dirección que la derecha MAGA (Make America Great Again) persigue con fervor.

Su doctrina se fundamenta en la creencia de que Estados Unidos fue fundado como una nación cristiana, por lo que los valores cristianos deben ser prioritarios en la vida pública y las decisiones políticas. Esta visión ha sido respaldada públicamente por Donald Trump, quien ha insistido en que los cristianos están siendo perseguidos y que esta supuesta persecución requiere una respuesta firme del Estado.

Entre sus frases más emblemáticas figura la declaración: "Estados Unidos debería ser reconocido como una nación cristiana donde nuestros derechos y deberes provienen de Dios". Sus allegados aseguran que, si ocupa un cargo de poder, Vought no dudará en impulsar una agenda que integre el cristianismo en las políticas públicas mientras elimina la burocracia que, según él, obstaculiza la voluntad del presidente electo.

Vought sostiene que los funcionarios públicos no pueden ir en contra de los planes del presidente, y uno de sus objetivos claros es promover un nacionalismo católico. Su postura es radical en varios aspectos: en 2017 llegó a afirmar que los musulmanes están condenados por rechazar a Jesucristo y ha exigido la abolición total del aborto, una posición que incluso resulta extrema para muchos conservadores en Estados Unidos.

Su 'leitmotiv' es un regreso a 1982, cuando la Corte Suprema dictaminó que Estados Unidos es una nación cristiana, una idea que Vought quiere reimplantar.