Negación vs. evidencias
Así avanza el 'Expediente Cerdán': una defensa basada en conspiraciones, negaciones y una estrategia que no convence
La otra cara Mientras Santos Cerdán insiste en una trama oculta con audios manipulados y persecución política, el juez desmantela cada argumento y mantiene la causa abierta, sumergiendo el caso en un thriller judicial que parece no tener fin.

Podría ser el guion de una película. O el arranque de un nuevo episodio de 'Expediente X'. Solo que esta vez, los extraterrestres no han aterrizado en Nuevo México… sino en el Tribunal Supremo. Y el protagonista no es Fox Mulder, sino Santos Cerdán, que asegura estar atrapado en una oscura trama de conspiración, montajes, audios falsos y persecución política.
Este jueves, sus abogados han pedido que lo saquen de prisión. La razón, según ellos: no hay pruebas reales. El juez, dicen, lo ha encerrado "para ver si encuentra algo" y lo mantiene allí solo para presionarlo. ¿El objetivo? Que confiese. Pero aquí empieza 'Expediente Cerdán'.
La defensa sostiene que las grabaciones en las que aparece hablando con Koldo y Ábalos no valen nada. Que Koldo colaboraba con la Guardia Civil y que esas conversaciones fueron provocadas. Lo que vienen a decir —sin decirlo— es que todo es una trampa. Una operación encubierta. Una caza política con guion de thriller. Solo les ha faltado mencionar a la CIA, al Mossad o a los hombres de negro.
Según Cerdán, todo es parte de un plan para derribar al Gobierno de Sánchez. Una operación coordinada desde las sombras para hacerle pagar por haber sido una pieza clave en la investidura. Lo insinuó en su declaración ante el Tribunal Supremo: habló de persecución, de montaje, de un ataque directo a los gobiernos progresistas. Y lo repitió en los actos públicos que ha ido encadenando durante el último año, donde ha denunciado "mentiras, calumnias y falsos testimonios" del PP contra él y contra el Ejecutivo.
Cuando le preguntaron por los audios del informe de la UCO, respondió con frialdad: "No reconozco esas grabaciones". "Yo no he participado en ninguna conversación de ese tipo". Punto. Como si fuera un doble, un montaje de inteligencia, una realidad paralela.
Pero la teoría del complot, por ahora, no convence al juez. Uno a uno ha desmontado sus argumentos, y la causa sigue abierta. El expediente, lejos de cerrarse, crece. Ahora el Tribunal Supremo debe decidir si le concede la libertad… o si el 'Expediente Cerdán' sigue desarrollándose desde prisión. De momento, el protagonista mantiene su papel: víctima de una oscura conspiración de Estado. Y por lo que parece, no piensa cambiar el guion.