Según el 'Financial Times'

El 4 de julio podría cambiar para siempre: los aranceles a China ponen en jaque los tradicionales fuegos artificiales

Los detalles La subida de aranceles encarece y limita la importación de fuegos artificiales, amenazando una de las celebraciones más emblemáticas de Estados Unidos y su esperado aniversario de 250 años.

El 4 de julio podría cambiar para siempre: los aranceles a China ponen en jaque los tradicionales fuegos artificiales

Este 4 de julio, como cada año, millones de estadounidenses celebran el 'Día de la Independencia' con barbacoas, banderas, s'mores… y fuegos artificiales. Pero esta vez, la fiesta viene con una advertencia. Según el 'Financial Times', este podría ser el último gran 4 de julio, tal y como lo conocemos.

Y el motivo está muy lejos de las parrillas o los pasteles de manzana: tiene que ver con aranceles, con China y, cómo no, con la pólvora.

Pocas cosas son tan tradicionales como los fuegos artificiales del 4 de julio. Desde los inicios del país, han sido el gran final del día, el espectáculo que une a todo el mundo mirando al cielo. Lo que no todo el mundo sabe es que casi todos esos fuegos —el 99% de los que se venden al público y la mayoría de los usados en espectáculos profesionales— vienen de China.

Desde que Donald Trump volvió a la presidencia, ha reactivado su política de presión comercial sobre Pekín. Los aranceles a productos chinos han vuelto a subir, y con ellos, el precio de casi todo lo que lleva pólvora. Los importadores de fuegos artificiales ya lo notan: hay menos oferta, los precios se han disparado, y muchos espectáculos están recortando duración o directamente cancelándose.

La Casa Blanca responde con su mensaje habitual: que la independencia no son solo fuegos artificiales, sino también industria nacional, clase trabajadora y producción propia. Trump quiere que Estados Unidos fabrique sus propios fuegos, como símbolo de autosuficiencia. Pero quienes trabajan en el sector aseguran que eso, al menos a corto plazo, es simplemente imposible. No hay fábricas, no hay materias primas, no hay técnicos especializados y, sobre todo, no hay tiempo.

Y el reloj corre. En 2026, Estados Unidos cumple 250 años. Se esperaba una celebración histórica, con fuegos artificiales gigantescos en todo el país. Pero si los aranceles siguen así, muchos temen que no haya presupuesto para hacer ese espectáculo realidad.

El impacto va más allá de los grandes eventos. Iglesias, scouts, escuelas y asociaciones locales que recaudan fondos vendiendo fuegos artificiales también están en apuros. Y no solo suben los precios de los fuegos grandes: también los de las bengalas, los cohetes pequeños y hasta las luces de mano. Todo lo que tenga pólvora está tocado por esta guerra comercial.

Por eso, aunque este 4 de julio los fuegos iluminen el cielo como cada año, algo será distinto. La incertidumbre está ahí, flotando entre las chispas. Puede que sea el último 4 de julio con fuegos artificiales a gran escala, con cielos llenos de color para todos.