Desde el establecimiento de la democracia en 1946, Italia ha luchado contra la vuelta del fascismo al poder. Aunque las leyes prohíben la apología y exaltación del régimen de Mussolini, emblemáticos monumentos en Roma, como el obelisco con la inscripción "Mussolini Dux", despiertan debates sobre la memoria histórica.

A pesar de las leyes antifascistas implementadas desde 1952, elementos que conmemoran a Mussolini persisten en calles y edificios, como el Palacio en el barrio EUR, que alberga discursos históricos del Duce. Aunque muchas plazas llevan placas recordando la atrocidad del fascismo, el debate sobre la permanencia de estos elementos sigue presente.

La resistencia antifascista se manifiesta cada 25 de abril, día de la liberación de Italia en las postrimerías de la II Guerra Mundial. Sin embargo, la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, proveniente del posfascismo, plantea una quiebra en la historia reciente transañpina. Tras décadas de reticencia, incluso por líderes de derecha como Berlusconi, el resurgimiento de elementos fascistas parece evidente en la actualidad política italiana.