La investigación de la desaparición del joven Pablo Sierra, del que no se conoce el paradero desde que no llegara a su residencia universitaria en Badajoz la semana pasada, no contempla que se haya ido voluntariamente.

Según ha explicado en La Roca Manuel Marlasca, el jefe de investigación de esta cadena, la autopsia psicológica lo descarta. Este es un procedimiento que se realiza en casos de desaparición, cuando no es posible hallar un escenario donde se produjo la ausencia. "Nunca se sabe dónde ha desaparecido alguien. Las autopsias psicológicas dicen el estado de la persona desaparecida en el momento en que desapareció. Y ese estado no parece compatible con una desaparición voluntaria", ha apuntado Marlasca.

Si bien la investigación sigue en una fase inicial, la aparición del teléfono móvil de Sierra ha permitido dar inicio a las pesquisas. "La única posibilidad que queda es la desaparición forzosa en las que han participado terceras personas", afirma.

El móvil se ha encontrado con manchas de sangre y, según el militar que halló, era cuantiosa. Encontrar el aparato ha permitido a la Policía tener un lugar donde realizar las investigaciones. "El móvil da un punto de arranque porque es el único escenario cierto. No hay ningún testimonio claro que sitúe a Pablo en una última vez que fue visto", destaca.

Habla el militar que encontró el móvil

El militar que descubrió el teléfono móvil de Pablo Sierra, el joven desaparecido en Badajoz desde hace diez días, ha hablado en exclusiva para La Roca sobre el momento en el que hizo el descubrimiento y el estado en el que se encontraba el aparato.

"Estaba sacando a mi perro por la zona del Pico, una zona que no suele ser de paso para la gente. Escuché un tono de llamada y pensé que había gente ahí", ha explicado. Nadie respondió a la llamada, así que se acercó a la zona de vegetación de donde procedía la música. "Me acerqué cuando terminó de sonar y vi que tenía veintipico llamadas perdidas", relata. Puedes escucharlo en el vídeo debajo de estas líneas.