Si hay algo que le emociona a Roberto Leal es volver a su pueblo sevillano, Alcalá de Guadaíra: "Cada vez que puedo vuelvo y cuando llego allí con mis amigos no hablo de la tele. Vamos a desayunar tostada gorda y café en vaso hirviendo. Tu pueblo, tus raíces, tu madre y los pies en la Tierra. No hace falta más", confiesa a Alberto Chicote.

Así, el presentador echa la vista atrás y cuenta cómo la "gente que te quiere, lo hace por lo que tú eras".

Cuando era pequeño, Leal recuerda que fue nazareno en la Hermandad de su pueblo y, al tener la cabeza "bastante apepinada", "gastaban más cartón en el capirote", explica a Alberto Chicote, a quien también acaba desvelando en este vídeo qué mote le pusieron.