Cerca de cuatro millones de españoles han realizado algún tipo de reforma en sus casas, un negocio en auge que no es ajeno a los estafadores. En Linares, un pueblo con una tasa de paro del 30%, un cartel en el que una persona se anunciaba como albañil, se repartió por coches y farolas, llamando al atención de muchos vecinos.

Uno de ellos fue el padre de Patricia, de 75 años, quien llamó al supuesto albañil, "que a los 20 minutos se presentó" en su casa y le hizo "una factura con un presupuesto de 118 euros". Sin embargo, el falso albañil desapareció con el dinero. Patricia es la primera que denuncia la presunta estafa, aunque a la comisaría llegan nueve denuncias más.

Diego Moya, portavoz de la Policía Nacional en Jaén cuenta que se formó "una tormenta perfecta" porque "se une el confinamiento con que hemos utilizado prácticamente 24 horas nuestra vivienda, por lo que hay un desgaste de los elementos que nos rodean". "Él se persona y pide dinero a cambio de materiales. El problema es que se larga literalmente con el dinero, y si te he visto no me acuerdo", denuncia.

En lo referente al perfil de las víctimas, Moya indica que son "personas mayores muy confiadas que vivían solas o matrimonios mayores que vivían solos".

Buscamos al presunto estafador de las reformas en su última dirección conocida, pero no lo encontramos, y tampoco logramos contactar con él vía telefónica. El falso albañil está desaparecido.