Joaquín Ferrándiz, más conocido como 'El asesino en serie de Castellón', relató sus terribles crímenes en una carta desde prisión que Equipo de Investigación ha hecho pública por primera vez. En ella, Ferrándiz confiesa cómo cometió su primer asesinato, el de Sonia, una joven estudiante de Filología inglesa: "Observé a una chica caminando en solitario por la acera, paré el coche a su altura y le pregunté que por qué iba sola a esas horas de la noche".

El asesino en serie aseguró que la joven se subió a su coche de forma voluntaria pero que, en un momento dado, "un odio cegador y descomunal se apoderó" de él. "Nunca olvidaré sus gritos. En la guantera tenía una bolsa de plástico con unas tenazas universales, un destornillador, cinta adhesiva y una pequeña navaja plegable multiusos", señaló, tras lo que expresó que su "instinto" le hizo "taparle los ojos". "Ella tenía miedo de que la matara, lo que hacia que gritara y se moviese, y su miedo fue lo que la mató", relató.