Entre sus clientes, la patronal de prostíbulos, de la que llegó a ser secretario.  Su despacho también defiende a  los amigos de uno de sus hijos. Es un cabeza rapada, histórico neonazi valenciano,  condenado a dos años de prisión por apuñalar a un menor.

En este despacho, dos de cada diez casos están relacionados con el partido ultraderechista que lidera y con la empresa que más dinero le da. A pesar del historial de denuncias que acumula la empresa de seguridad, comprobamos que importantes  instituciones contratan sus servicios.

Por la vigilancia de edificios públicos, el dirigente de ultraderecha recibe en 2011, más de un millón y medio de euros de las arcas públicas valencianas. También le contrata la Generalitat Catalana y el gobierno central.