"La imagen desde aquí es impresionante", asegura Jalis de la Serna mientras sobrevuela en helicóptero la grandilocuente ciudad de Dubái. "Es como un sueño para un ingeniero civil", explica su acompañante, residente en esta ciudad, la segunda urbe más importante de Emiratos Árabes Unidos y la capital económica del país que ha acogido al rey emérito. "Cuando llegué en 2006, ninguno de estos edificios estaban aquí".

El edificio más alto del mundo (el doble que la Torre Eiffel), el centro comercial más grande del planeta (y el más visitado, más que la ciudad de Nueva York entera) y el hotel de 7 estrellas más icónico de la historia forman parte del impresionante skyline que el presentador de Enviado Especial divisa desde el cielo.

Sin embargo, lo más asombroso aún está por aparecer ante sus ojos. Jalis dirige su mirada hacia el mar para descubrir el archipiélago artificial compuesto por unas 300 islas que se disponen entre ellas simulando un mapamundi. "Para promocionarlo, las autoridades locales regalaron una de las islas al expiloto Michael Schumacher", cuenta el periodista. "Tenemos una plaza en la que hay nieve al aire libre", dice su compañero de viaje.

"Todos los proyectos implican casi ciencia ficción", observa De la Serna. "Para atraer a los turistas hay que usar la imaginación". Naciones Unidas ha escogido este Emirato para celebrar la Cumbre Internacional del Clima.

Dubái es uno de los lugares que pretende ser de los más sostenibles del mundo en estos momentos, sin embargo, la prueba de que no lo están consiguiendo o no lo están enfocando como deberían está en ese mismo helicóptero que realiza de 15 a 20 vuelos al día, confirma su piloto. "Por ahora no somos muy verdes, no", reconoce ella entre risas.