Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, ha reconocido que el cierre de bares y restaurantes con motivo de la pandemia "causan una gran pérdida a muchas familias a las que se destroza su situación económica". Sin embargo, Puig ha dicho que lo que no se puede hacer "es convertir las casas en los bares y los restaurantes", motivo por el que han decidido limitar a un máximo de dos personas no convivientes las reuniones.

Ante la difícil situación de la hostelería, el presidente de la Comunidad Valenciana ha señalado que han hecho "un plan que viene a determinar unas ayudas que van a estar en torno a los 380 millones de euros entre créditos y ayudas directas". "Por tanto, es un esfuerzo enorme que va a hacer la Generalitat, pero vamos a hacerlo con el apoyo de la UE. Son ayudas que son razonables porque si se le frena la actividad, hay que darle una compensación", ha defendido.

Para Ximo Puig, lo más importante ahora es "apretar el acelerador en cuanto a distanciamiento social" y ha destacado que "es evidente que de la pandemia salimos juntos o no salimos". "Yo no quiero abdicar de la responsabilidad que tengo, pero lo que es cierto es que si no hay un compromiso personal de cada uno de nosotros, es imposible superar la pandemia", ha advertido.