A pesar del avance en las negociaciones entre Ucrania y Rusia para alcanzar un acuerdo de paz, la situación en el país invadido sigue siendo terrible. Tanto que en las últimas horas ha vuelto a aumentar el flujo de personas que entran por la frontera con Polonia, dejando impactantes imágenes de largas colas en zonas como la valla de Medyka, que tres semanas después del inicio de la guerra sigue estando repleta de personas.

Hasta allí ha llegado una ucraniana de 21 años que llegó a este punto hace unos días; no sola, pero sin su familia. Procede de Irpin, una de las ciudades arrasadas por las tropas rusas: "Lo último que sé es que no tengo casa ni ciudad, lo destrozaron todo, y no podemos contactar con las personas que están ahí. Tengo ahí a una parte de mi familia, pero no puedo contactar con ellos porque no hay cubertura".

Esta joven forma parte de esos más de tres millones de personas que se han visto obligadas a huir de Ucrania, pero ella misma cree esta situación va a seguir mucho tiempo y se va a incrementar el número de refugiados: "Hay muchas ciudades que aún no están en guerra, y la gente se queda en casa esperando a que pase. No quieren salir de sus casas porque es su sitio, es su país. Pero cuando empiezan los disparos, ya empiezan a salir y va a llegar más gente".