El jefe infiltrado de Forno de Lugo comenzó vendiendo el producto en las ferias, algo que aún le apasiona. Es por este motivo por el que estaba deseando compartir una jornada de trabajo con Teresa, una de las feriantes actuales, aunque el día no resultó tan grato como esperaba. De hecho, afirmaba no estar seguro de que ella fuera la "imagen ideal" para trabajar en este tipo de eventos.

En las horas trabajando conjuntamente con ella, descubrió que "descuida muchos detalles": Teresa se quedó sin cambio, se fue del puesto dejándolo completamente solo y por si fuera poco, regaló bolsas de plástico a los clientes, algo que el jefe le afeó en este encuentro. "¿Sabes que eso está prohibido por ley? ¿No es mejor regalarle una rosquilla u otra cosa que saltarse la ley?".

Pero el momento de máxima tensión estaba por llegar. Era la ocasión para recordar uno de sus mayores errores. "¿Cómo se te ocurre no aceptar la devolución de una empanada que lleva pimientos a un cliente que te está diciendo que es alérgico a los pimientos?", estallaba finalmente el jefe.

A pesar de todo, Héctor aseguraba que creía que Teresa era buena vendedora.

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de El Jefe Infiltrado.