Andrea Ropero se traslada hasta el barrio de Lavapiés, en Madrid, donde están sufriendo los efectos de la especulación. En concreto, la reportera ha podido charlar con Jaime, vecino de un edificio de la calle Tribulete que va a ser comprado por un fondo buitre.

Jaime vive con sus dos hijos, de tres años y ocho meses. Como explica a Andrea, su hijo no entiende por qué deben abandonar su casa. "No entiende esta situación y dice mi casa es viejita pero a mi me gusta", cuenta a la reportera. El vecino, además, añade que irse de su casa implica irse del barrio y, como consecuencia de ello, perder a todos sus amigos con los que está todas las tardes en el parque. Jaime tuvo un infarto el año anterior. "Los cardiólogos me piden que evite el estrés y es verdad que estas semanas me está doliendo el pecho más de lo que mis médicos querrían".

Actualmente, está pagando un alquiler de alrededor de 840 o 850 euros, dependiendo de los recibos, por un piso de 55 metros cuadrados. "Sabemos que estar en Lavapiés con una vivienda para una pareja y dos niños, lo que nos van a pedir es por encima de 1.400 o 1.500 euros", expone.

Como cuenta Jaime a Andrea, por parte del fondo de inversión, Elix, que pretende comprar el edificio, vino dos supuestos trabajadores sociales que expusieron que "velaban por las familias y que, por encima de cualquier trabajo, para ellos estaban los valores morales, lo cual es sorprendente que una trabajadora social se erija como mediadora de Elix". "Sabemos que compraron 22 edificios antes y el 100% de las familias fueron desahuciadas".

Para Jaime la administración no está haciendo suficiente. "A Tribulete siete no nos van a ayudar, el alcalde ha dicho que, desde el ayuntamiento, no van a poner medidas ni para comprar este edificio, que es una fórmula legal que tienen, ni para darnos una solución habitacional a las familias más vulnerables".