En un momento como el actual, queda patente que la política es el arte del diálogo, la negociación y el consenso. Pero no solo eso, "la política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa", decía Wiston Churchill. Y no se equivocaba.

Dani Mateo explica que en el parlamento italiano, mientras se debatía sobre el mecanismo europeo de estabilidad para el rescate financiero. A primera vista, podría no parecer muy apasionante, pero lo fue. Ocurrió que los diputados empezaron a abuchearse y de las palabras pasaron a las manos. Este enfrentamiento, además, tuvo lugar delante de un grupo de escolares que visitaban por primera vez el Congreso.

Pero estas peleas entre diputados forman parte ya de la noble tradición parlamentaria de otros países. En Ucrania, 2012, Gobierno y oposición no se ponían de acuerdo y acabaron "a hostia viva", relata Mateo.

En Turquía, 2016, durante una sesión constitucional en la que se debatía sobre si quitar la inmunidad judicial a los diputados "se lío pardísima. Hubo salto de mesa, puñetazos y más puñetazos, se lanzaron objetos...".

Y en Uganda, cuando debatían sobre eliminar el límite de edad para ser presidente, "lanzaron sillas, pies de micro, saltan a la mesa, pero se mueven con más 'flow' que los turcos".

Otros momentos destacados

Aunque algunos diputados deberían acudir al Congreso con cascos para prevenir, los que sí llevan estos accesorios son los diputados japoneses, pero su motivo no reside en las batallas campales: Dani Mateo analiza la causa que hace que los políticos del país asiático parezcan "sacados de 'Star Wars'".