Julián López tiene 91 años y es una de las personas que todavía buscan en España a sus familiares asesinados durante la Guerra Civil y el franquismo.

Ha pasado prácticamente toda su vida buscando a su padre, aunque reconoce que hubo una época en la que no se podía decir ni que le conocías. Andrea Ropero ha charlado con él para conocer su historia y su último deseo.

Su padre, Álvaro, era un labrador que no pertenecía a ningún partido, se tuvo que ir a la guerra y cuando volvió a un pueblo de Badajoz, una madrugada a él y a otros cinco se los llevaron y los fusilaron.

"Ese fue el juicio, el delito, y la defensa", asegura su hijo. Nadie les dijo nada a la familia: "No dieron ninguna explicación"

Julián tenía nueve años y asegura que hablar del tema por entonces estaba prohibido y que incluso a algunos les metieron en la cárcel. "Era un tabú". Su madre les tenía dicho que a nadie le tenían que decir nada: "Vosotros chitón, que no sabéis con quien habláis".

Ahora, tantos años después recuerda a su padre alegre, dicharachero, pero es como un sueño borroso. Preguntado por qué supuso para él crecer sin su padre, Julián explica que pasaron muchas calamidades y que siempre le ha echado de menos.

Su familia sabe que esta en una trinchera en una zona muy amplia, pero no pierde la esperanza: "No hay nada imposible". Hasta ahora han intentado localizarle en cinco ocasiones, tres por su cuenta, pagando todo lo necesario, y dos por la Junta de Andalucía.

"Me quedan pocos años de vida pero los que me queden voy a luchar hasta perder el aliento. No me moriré con la duda de saber donde está mi padre. Voy a luchar con ilusión, y si no lo encuentro me iré satisfecho de haber luchado todo lo que he podido".

Reconoce que si le encontraran se "volvería loco", pues para él supondría "la culminación de mi vida". Por ello, pide a los políticos que valoren que ya son mayores y que muchos como él "sentirían al irse al otro mundo sin saber si esto se ha conseguido".

Para el reportaje, Andrea Ropero ha entrevistado también a Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que pide al Congreso que mejore la Ley de Memoria Democrática con, por ejemplo, la creación de una institución a la que las familias de víctimas del franquismo puedan acudir para buscar sus restos.

"Hay que ser antifranquista para aprobar primero de democracia", defiende.