Tú coges un teléfono a las 3 de la mañana, llamas al hombre más avaricioso del mundo y le dices: me he encontrado 100 euros. Si vienes, te doy la mitad. Probablemente, el hombre avaricioso, antes de ir mirará por la ventana para ver si llueve, calculará la distancia por si los 50 euros le compensan el gasto en gasolina... Se lo pensará. Ahora, tú llama a un tío, aunque no sea el más lujurioso del mundo. Un tío… estándar... Y dile: me he ligado a dos gemelas. Si vienes... Ahí ya te ha colgado”...