Rosa López recorre junto a Albert Espinosa el camino que la cantante hacía desde que salía del colegio hasta su casa cuando era pequeña. En ese recorrido se encuentra con unos amigos de la infancia que tienen un restaurante de comida asiática. La joven, muy emocionada, se abraza a ellos. "Mucho tiempo, no has cambiado", destaca el hombre a Rosa López, que se emociona con el reencuentro.
Rosa López recuerda cómo iba con sus hermanos al restaurante: "Veníamos porque estábamos a gusto". "Me encanta la buena gente y trabajadora, me da igual de dónde sean", destaca Rosa López, que afirma que le da igual que sean "españoles, del polígonos, chinos o franceses": "La buena gente es buena aquí y allí".
Más Noticias
- "Ya tenías madera de escritor": Melchor, antiguo profesor de Máximo Huerta, le recuerda los cuentos que escribía de niño
- "Una familia no me quiso porque no era blanca del todo": Ana Peleteiro habla sobre su adopción con Albert Espinosa
- Así fue cómo Fernando Tejero se quedó ronco para siempre cuando era niño: "Me quité la pluma porque quería ser un macho"
- David Bustamante confiesa que se saltó las normas de Operación Triunfo antes de entrar en la academia
- Rosa López recuerda su sufrimiento por su peso: "Cuando entré en Operación Triunfo pesaba 110 kilos"
Además, la cantante comienza a llorar al acordarse de su padre junto a sus amigos. "Tu padre era muy buena persona", afirma el hombre.
Hemeroteca
Las lágrimas de Máximo Huerta cuando su abuela le demostró que no era el nieto querido: "Fue mi primera frustración"
Máximo Huerta recuerda el día que descubrió que su abuela había escondido un cuadro suyo para poner el de una prima que era "más querida": "Tuve que disimular las lágrimas, la frustración y que a mi abuela le diera igual".