Rosa López recorre junto a Albert Espinosa el camino que la cantante hacía desde que salía del colegio hasta su casa cuando era pequeña. En ese recorrido se encuentra con unos amigos de la infancia que tienen un restaurante de comida asiática. La joven, muy emocionada, se abraza a ellos. "Mucho tiempo, no has cambiado", destaca el hombre a Rosa López, que se emociona con el reencuentro.

Rosa López recuerda cómo iba con sus hermanos al restaurante: "Veníamos porque estábamos a gusto". "Me encanta la buena gente y trabajadora, me da igual de dónde sean", destaca Rosa López, que afirma que le da igual que sean "españoles, del polígonos, chinos o franceses": "La buena gente es buena aquí y allí".

Además, la cantante comienza a llorar al acordarse de su padre junto a sus amigos. "Tu padre era muy buena persona", afirma el hombre.