Albert Espinosa ha llevado a Roberto Leal hasta un lugar muy especial, el mismo en el que pasó muchas mañana jugando al fútbol: "No teníamos ni pelota, lo hacíamos con latas de refresco", comenta entre risas.

"Mira, los pelos", señala el presentador sevillano, emocionado al pisar la pista de su colegio, en Alcalá de Guadaira, donde no había vuelto desde hacía 30 años.

Ese lugar es el patio de su colegio, escenario en el que comienzan la vuelta a su infancia en este capítulo de El Camino a Casa y en el que reconocer a Espinosa el motivo por el que no llegó a ser futbolista: "Era muy malo".