Bolígrafo en mano y libreta en mesa, los oponentes Pablo Buei en Batalla de restaurantes ponen nota numérica a su experiencia culinaria en La Tonada de la Guía. A estas alturas del concurso, la tensión puede cortarse con un cuchillo y Rocío, de Casa Carmen, ha demostrado ya en varias ocasiones que el restaurador no es particularmente de su agrado.

Jorge, de Sidrería Gastrochigre, tampoco muestra demasiada piedad, aunque eso sí, le da un 6 al espacio. Sin embargo, no duda en señalar que "ha habido fallos muy graves". Emilio, de La Montera Picona, le planta un 4 a la fabada, porque no ha cumplido las expectativas.

En el último lugar llega Rocío, que sorprende al valorar un aspecto de manera muy positiva. "Al servicio le he puesto un 8 porque los camareros que nos atendieron lo han hecho muy bien y no tienen la culpa de tener un jefe tan faltoso. He conocido a muchísima gente en este mundo y a muy pocas personas. Yo a ellos los veo más personas. Pablo es gente; gentuza", sentencia.