La mujer que protagoniza este vídeo viral emitido en Aruser@s llevaba deseando toda la vida queriendo ver un pingüino de cerca y tener la suerte de poder tocarlo. Un deseo que ha podido hacer realidad gracias a su hija, que la ha llevado a un centro de recuperación de fauna. La anciana está tan entusiasmada que hasta se ha puesto su gorro de pingüino para esta ocasión.

Durante un ratito, acaricia al animal como quien tocara una mullida alfombra con una sonrisa de oreja a oreja. Sin embargo, cuando tiene que marcharse, no puede evitar hacer un puchero y derramar algunas lágrimas.

"Yo he tocado pingüinos y dicen que hay que tener cuidado porque si el novio de la pingüino a la que están tocando está por ahí cerca y está celoso...", advierte Angie Cárdenas.