La autobiografía del príncipe Harry (Enrique de Inglaterra) -que aún no ha sido publicada oficialmente aunque en España ya salieron a la venta algunos ejemplares por error- ha levantado un gran revuelo no solo en el Reino Unido, sino en todo el mundo.

Los detalles que en ella revela el duque de Sussex han puesto a lacasa real británica en una comprometida situación, pero entre las páginas de este libro, titulado 'Spare' (repuesto) en su idioma original, no solo habla de su familia.

Según confiesa el príncipeEnrique de Inglaterra, durante su servicio en Afganistán, en los años 2012 y 2013, participó en seis misiones y mató a 25 talibanes. "No fue una estadística que me llenase de orgullo pero tampoco me dejó avergonzado. Cuando me encontré sumergido en el calor y la confusión del combate, no pensé en esos 25 como personas. Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, las personas malas eliminadas antes de que pudieran matar a las buenas".

También cuenta que en su adolescencia consumió algunas drogas, como cocaína o marihuana, y que consultó a una mujer con "poderes" si su madre, la fallecida Diana de Gales, estaba de acuerdo con su decisión de iniciar una nueva vida en Estados Unidos junto a su mujer, Meghan Markle.

Su padre, el rey Carlos III de Inglaterra, ocupa muchas de las páginas de este libro, en el que el príncipe Harry afirma que tanto él como su hermano, el príncipe Guillermo, le pidieron que no se casara con Camila Parker-Bowles. Otro momento destacado es la broma "de mal gusto" que llegó a hacerle el ahora monarca: "¿Quién sabe si yo soy tu verdadero padre?". Un comentario que cobra otro sentido si atendemos a lo que algunos medios llegaron a conjeturar hace años sobre la posible relación de Diana de Gales con el oficial de caballería James Hewitt.

A todo esto, hay que sumarle la primera gran revelación de la que se tuvo constancia desvelada en esta autobiografía. Y es que, afirma el príncipe Harry,Guillermo le agredió físicamente en 2019y llegó a calificar a la duquesa de Sussex, esposa de Harry, como "difícil", "grosera" y "áspera". "Todo sucedió tan rápido. Muy rápido. Me agarró por el cuello, rasgó mi collar y me tiró al suelo. Aterricé en el plato del perro, que se partió debajo de mi espalda, los pedazos me cortaron. Me quedé allí por un momento, aturdido, luego me puse de pie y le dije que saliera", cuenta el príncipe Enrique.