Todo estaba previsto para que esta boda se celebrara: los invitados, la decoración, el vestido de la novia, los novios... y la tablet, pues los miembros de la pareja no estaban en el mismo lugar (al menos, eso era lo que estaba planeado).

"Él había firmado unos poderes. Hay alguien presente allí que con los poderes firma por él. Es decir, la boda estaba montada por poderes para realizarse así, legalmente sin el novio", explica Alfonso Arús acerca de esta bonita historia.

Sin embargo, a escasos segundos de que empezara la ceremonia, el novio tenía aún una sorpresa que darle a su chica. Cuando ella se gira, descubre con gran asombro y emoción que su futuro marido está a tan solo unos metros de distancia. Ambos se funden en un abrazo y no pueden evitar las lágrimas.

"¡Oh, qué bonito!", exclaman los colaboradores de Aruser@s mientras aplauden.