El motivo por el que el ayuntamiento de Borja decidió no restaurar el Ecce Homo tras la intervención de Cecilia: "Al tener tanto público..."

"La idea inicial era, naturalmente, quitar ese repinte", cuenta la restauradora Encarna Ripollés en 'Anatomía de...' acerca de la fallida 'restauración' que Cecilia Giménez intentó realizar sobre el Ecce Homo de Borja. El ayuntamiento contactó con su equipo con el fin de que le ofreciera posibles vías para que todo quedara en una simple anécdota. Había tres caminos a elegir según el informe que elaboraron las expertas: "El primero era no intervenir, la segunda intervención era 'vamos a quitar el repinte, pero lo conservamos' y la tercera opción era 'vamos a arrancarlo todo, se trata bien el muro, se aísla completamente y se vuelve a poner con o sin repinte'".

La familia de Elías García, el pintor original, pedía la restauración. Sin embargo, la decisión estaba en manos del ayuntamiento. En ese momento, la fama del Ecce Homo estaba por las nubes y los turistas llegaban a Borja desde todos los rincones del mundo. "Japoneses, australianos, ingleses, franceses, brasileños, toda clase de visitantes de todas las edades, de todas las clases sociales y profesionales", enumera Juan María de Ojeda, concejal de cultura de Borja en 2012.

"Al haber tantísima afluencia de público, todo el mundo empieza a decir 'esto hay que aprovecharlo' y, cuando digo todo el mundo, digo todo el mundo, de alguna manera. Nosotros, decidimos cobrar un euro por persona", asegura. "No había ni infraestructuras siquiera para soportar tanto coche, es una carretera estrecha con muchas curvas, no había aparcamiento para los autobuses...", rememora Merche Pellicer, responsable de atención al público del Santuario.

La primera semana, 22.000 turistas fueron a ver el Ecce Homo intervenido por Cecilia. "No podemos prescindir de un icono mundial que mueve este número de personas, viajeros y turistas. Ni la mejor de las campañas turísticas diseñadas para Borja podría conseguir esto", sentencia el actual alcalde de Borja, por entonces, líder de la oposición.

"Vieron la veta y la aprovecharon", resume Ripollés. "El repinte ya no se tocó, se optó por cobrar entrada y sacar rédito. Claro, es que era el 'boom' mediático y eso ha supuesto unas ganancias económicas para el ayuntamiento considerables claro y para la fundación, porque esta iglesia es propiedad de la fundación Sancti Spiritus. Es una residencia de ancianos", añade.

*Puedes ver elprograma completo de Anatomía de... un Ecce Homo en atresplayer.com.