Anatomía de... un Ecce Homo
Así respondía Cecilia en televisión a la nieta del pintor original del Ecce Homo de Borja: "Pocas veces has visto tú ese cuadro"
Tras la decisión del ayuntamiento de Borja de no restaurar el Ecce Homo y mantener la pintura tal y como Cecilia Giménez la dejó, la familia de Elías García, el pintor original, mostró su descontento.
El 'boom' mediático que produjo la intervención de Cecilia en el Ecce Homo de Borja provocó que miles de turistas visitaran el municipio zaragozano para contemplar la malograda obra de la feligresa. En el pueblo, hubo quien supo aprovechar su popularidad para hacer caja, como, por ejemplo, el ayuntamiento.
Las arcas de Borja se llenaron gracias a la peregrinación de curiosos venidos de todas partes del mundo y quienes estaban el mando decidieron no restaurar el fresco del Santuario. "Eso ha supuesto unas ganancias económicas para el ayuntamiento considerables, claro, y para la Fundación, porque esta iglesia es propiedad de la Fundación Sancti Spiritus, que es una residencia de ancianos", cuenta en 'Anatomía de...' la restauradora con la que el consistorio se puso en contacto en 2012, Encarna Ripollés.
La decisión estaba tomada y el Ecce Homo de Cecilia se quedaría ya para siempre. El original de Elías García no se recuperaría. Pero esta resolución no fue del agrado de la familia del pintor primigenio. "Querían que la figura de su abuelo se respetara y por eso, presionaban insistentemente, de mis buenas maneras, en la restauración", desvela Juan María de Ojeda, concejal de cultura de Borja en 2012, en este reportaje.
"La familia propondríamos que se borrara todo, porque como católicos nos parece un poco de escarnio, porque no deja de estar la cara de Cristo debajo de lo que hay pintado", decía ante las cámaras de televisión la nieta de Elías García.
La propia feligresa se defendía de estas acusaciones: "Pocas veces has venido tú a ver ese cuadro, porque si hubieras venido a ver ese cuadro, hubieras visto en qué condiciones estaba. Y yo hice lo que pude". "Que no me quiera decir esa señora que yo he querido reírme de un santo. Ella no me conoce", decía visiblemente dolida.
Marisa Ibáñez, sobrina de Cecilia recuerda hoy, ante Mamen Mendizábal, cómo fue el burofax que su tía recibió de parte de la familia: "Decía que no se le ocurriera sacar beneficio de todo esto, porque irían a buscarla judicialmente". "A ellos, lo que les fastidiaba realmente era que mi tía pudiera sacar un beneficio económico de esto", opina.
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