Es una propuesta que está planteada desde 2001. La tarjeta única sanitaria va a permitir que cualquier ciudadano pueda ser atendido en todo el territorio nacional, independientemente de la CCAA de la que proceda, algo imposible hoy día. De hecho dependiendo de la comunidad en la que nos encontremos, la atención sanitaria es diferente. Algunas CCAA solamente atienden en urgencias a aquél que se ponga enfermo fuera de su región; otras, por ejemplo, expiden un documento que garantiza que el enfermo sea atendido el tiempo que esté fuera de su CCAA.
Según Sanidad, cada año son atendidos fuera de su autonomía 4 millones de personas. El problema está, como siempre, en la puesta en marcha. Serán las comunidades autónomas las que asumirán el coste económico de esta operación. Eso significa que serán ellas quienes marquen los plazos de puesta en funcionamiento.
EL ANÁLISIS DE INÉS GARCÍA