Las imágenes de los disturbios del 22M muestran en el Paseo de Recoletos de Madrid a un grupo de antidisturbios que retrocede ante el avance del grupo de radicales. Les arrojan de todo e incluso uno de ellos incluso utiliza una señal de tráfico, como si fuese una lanza, para arremeter contra uno de los agentes. 

Otros utilizan banderas, una señal de tráfico, adoquines y piedras. Las imágenes son brutales, en ellas se aprecia cómo uno de los agentes, ya agredido, está aparentemente inconsciente en el suelo. 

Varios de los individuos de este grupo antisistema se acerca para continuar con la agresión incluso uno de ellos le patea la cabeza, protegida en este caso por un casco. 

Además de las agresiones a los agentes, los violentos provocan destrozos a su paso. Muchos rompían como podían los adoquines del suelo para utilizarlos después como arma arrojadiza. Mobiliario urbano, destrozado, palazos contra mamparas, cristiales de sucursales bancarias, cajeros y también furgones de la policía antidisturbios.