La muerte de tres mujeres por un incendio en la residencia de mayores Juan XXIII en el distrito madrileño de Aravaca, Madrid, ha causado una gran conmoción. El fuego se ha iniciado en una habitación de la primera planta y ha llenado de humo la segunda, causando varios heridos por inhalación.
El acta de la Policía describe graves deficiencias en la residencia, entre ellas que los sistemas contra el fuego no funcionaban y las salidas de emergencia estaban bloqueadas. "Se pone la carne de gallina al imaginar el horror que ha supuesto esto", asegura Marta García Aller.
La periodista no ha podido evitar preguntarse cuántas negligencias más se están pasando por alto "por la falta de inspecciones necesarias". Además, confiesa que con este caso es difícil no pensar en las personas que murieron en residencias durante la pandemia.
"Creíamos que al menos se habría aprendido algo de esto y se estarían poniendo todos los medios necesarios para que se lleven a cabo las inspecciones", señala, destacando que sucesos como este demuestran que no ha sido así.
Otro gasto más
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