No es la primera vez que Borja Iglesias se manifiesta públicamente en un mundo en el que no es tan habitual. El delantero del Betis protagonizó recientemente una campaña contra la homofobia y ha mandado más de un mensaje en este sentido. En los últimos días, tras la polémica que gira en torno al que todo el mundo creía que desde hoy iba a ser expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, Iglesias también ha ido mostrando sus cartas y tras la intervención de Rubiales en la asamblea, en la que además de no dimitir ha pronunciado un discurso bastante machista en general, sólo pudo decir dos palabras: "Estoy flipando".

Ahora bien, poco después ha emitido un breve pero intenso comunicado, en el que se muestra "triste y decepcionado", para asegurar que como futbolista y como persona no se siente representado "por lo que ha pasado hoy en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas". "Me parece lamentable que sigan presionando y poniendo el foco sobre una compañera", ha subrayado, antes de hacer hincapié en que "vestir la camiseta de la Selección española es de lo más grande" que le ha pasado en su carrera. "No sé si en algún momento volveré a ser una opción, pero he tomado la decisión de no volver a la Selección hasta que las cosas cambien y este tipo de actos no queden impunes", ha señalado.

Iglesias fue llamado por Luis de la Fuente a mediados de marzo, aunque días después tanto él como David García quedaron fuera de la lista. Josep Pedrerol, desde el plató de Al Rojo Vivo, ha considerado que es "un gesto" pero no cree que otros futbolistas se vayan a sumar a él. "Los que van convocados no se van a mojar", ha sentenciado, antes de recordar que mientras Iglesias sí es habitual que muestre públicamente sus ideales, no lo es en el resto de jugadores.