A veces lo que vemos no es lo que parece, y esto mismo pasa en este nuevo reto visual. Un vídeo muestra un tronco de un árbol y, aunque resulte casi imposible de encontrar sin previo aviso, en él se encuentra un gecko, un reptil que se camufla perfectamente entre las texturas del tronco y que solo es visible gracias a sus brillantes ojos.

Estas imágenes las ha hecho públicas Dave Bagshaw, un criador de reptiles, amante de estos animales y dueño de tres geckos de cola de hoja que mantiene en su casa en Macclesfield, Cherhire (Inglaterra).

El británico grabó a los geckos acostados sobre el tronco y las ramas de los árboles mostrando la habilidad de estos animales para mimetizarse con el medio en el que se encuentran, hasta tal punto de pasar totalmente desapercibidos sino fueran por sus ojos brillantes que pueden llegar a descubrirlos.

¿Cómo es un gecko?

Se trata de un reptil nocturno de grandes ojos, con un cuerpo que imita perfectamente a una hoja seca, de hecho esto le ayuda a ser un maestro del disfraz. A menudo es marrón con pequeñas manchas negras que tiene en la parte inferior las cuales ayudan a distinguirlo de especies similares.

Los geckos no poseen párpados, sólo una cubierta transparente sobre sus ojos, de ahí que se puedan ver sus ojos brillante y además usan sus lenguas largas y móviles para limpiar el polvo o suciedad que le entra en ellos.

La principal habilidad de este reptil es camuflarse, ya que sus escamas adhesivas bajo sus dedos y sus fuertes garras curvadas les permiten moverse con habilidad entre los árboles, lo que le permite evitar a los depredadores y no sólo a través de su increíble camuflaje, sino también a través de una serie de tácticas. Puede aplanar su cuerpo contra la superficie para reducir la sombra del mismo, abrir sus fauces para mostrar una boca atemorizante de color rojo brillante y voluntariamente se deshace de su cola con el fin de engañar a un depredador.