Un hombre de Gales ha tenido que vivir durante dos años con un tatuaje de unas gafas en su cara. Durante una despedida de soltero y bajos los efectos del alcohol, el hombre le pidió a sus amigos que le hicieran el tatuaje.

"No tenía recuerdos de haberme hecho el tatuaje porque había salido a celebrar y sucedió cuando estaba borracho", ha explicado el hombre al diario Daily Mail.

"A la mañana siguiente realmente comencé a pensar en lo que mi familia y amigos pensaban", ha relatado el hombre. "No quería que se avergonzaran cuando salían conmigo, así que decidí que lo iba a eliminar".

Al principio lo intentó con agua y jabón pero al ver que no daba resultados tuvo que someterse a un tratamiento láser gradual hasta que ha conseguido eliminar el tatuaje dos años después.