Mark Cropp, de 19 años, comenzó a someterse a sesiones láser para eliminar su tatuaje al ver que no encontraba trabajo. Pero finalmente encontró un empleo en la empresa de andamios PR Contracting.
Recibió varias ofertas de trabajo tras hacerse viral su video en el que anunciaba su miedo a no volver a tener un empleo, pues tenía que ayudar a su novia y mantener al hijo que tienen en común, según informa el 'DailyMail'.
Ahora, Cropp, ha paralizado su tratamiento láser para borrarse el tatuaje que le hizo su hermano cuando sólo tenía 17 años, mientras cumplía condena por robo y agresión con arma blanca a un turista cuando realizaba un intercambio de marihuana.
Cropp reconoció que estaba borracho cuando se hizo el tatuaje y que al día siguiente se despertó con un tremendo dolor en la cara. Fue entonces cuando descubrió que tenía meda cara cubierta con tinta.
"Todos hemos tomado malas decisiones, no significa que somos gente mala", dijo Douglas George Herbert, el jefe de Cropp.