En septiembre de 2020, una usuaria de Twitter instaba a sus seguidores a buscar un establecimiento en Google. Se trataba del Ikea de la provincia de Valladolid que, para las risas de los usuarios, está situado en una calle con un nombre destornillante: calle Me falta un tornillo, número 5".

Este hecho no es casualidad, sino que fue gestado de principio a fin por la cadena escandinava. No obstante, hay que remontarse al año 2011 para saber por qué un pueblo de Valladolid (Arroyo de la Encomienda) decidió llamar así a una de sus calles.

Todo empezó con una encuesta de Facebook de la compañía. En ella, se instaba a los ciudadanos a votar el nombre de la calle que más les gustara —el único requisito para participar en la votación era ser seguidor de la empresa en la red social—.

Eran tres las opciones planteadas en la encuesta: 'Como en casa, nada', 'Abrazo en el sofá' y 'Me falta un tornillo'. El 54,3% de los participantes eligió esta última opción, mientras que 'Como en casa, nada' y 'Abrazo en el sofá' obtuvieron el 22% y el 23% de los votos, respectivamente.

Se trata de un acuerdo establecido entre Ikea y el ayuntamiento de la localidad. El primero concluía así una campaña de marketing que saltara de las redes sociales y se materializara en la placa de una calle. El segundo obtuvo repercusión y publicidad para que se hablara de la localidad en los medios de comunicación.

Tras este tuit viral que recuerda la iniciativa, la comunidad tuitera se ha lanzado rápidamente a comentar el hecho. Alguna que otra persona ejerciendo de 'salvadora' para los demás: "Para los que os da pereza buscar pero no os queréis quedar con la duda", escribía una usuaria junto a la captura de pantalla de la calle en la que se sitúa el local. "Más gente así, por favor, no pensaba buscarlo ni de coña", le respondían.