Después de 12 años, Ryan McQueen ha hecho realidad su sueño: el 'Insane', una réplica del Ferrari Enzo, equipado con dos motores de reacción Rolls-Royce que alcanza los 650 km/hora. Construirlo le ha costado 90.000 dólares.

Según el canal CBC, McQueen inició su proyecto en 2004 tras asistir a una carrera de coches a reacción. Para ello, vendió su Chevrolet Corvette y compró en una subasta estatal los dos motores.

Para entonces no tenía ni idea de ingeniería ni de usar un soldador, pero dos años después había completado la carrocería de su bólido. Tardó cinco más en tener listo el chasis. En total, el coche suma 1.723 kilos y consume 400 litros cada dos minutos.

El constructor "no consigue encontrar palabras para describir su entusiasmo" por esta creación, que participa en varios eventos, pero que no tiene permiso para circular en carreteras abiertas, por lo que lo traslada en un remolque.