Dos personas han resultado heridas de gravedad en el accidente de autobús que se produjo la tarde del sábado en la población barcelonesa de Rubió.

Los 46 pasajeros, procedentes en su mayoría de Madrid y Soria, se dirigían a un restaurante donde se celebraba el banquete de una boda a la que habían sido invitados.

El mal estado del camino, debido a las fuertes lluvias de los últimos días, y las grandes dimensiones del autocar siniestrado pudieron provocar el accidente, según ha declarado hoy a la emisora Catalunya Ràdio el alcalde de Rubió, Miquel Archela. El primer edil ha añadido que el lunes los servicios municipales iniciarán los trabajos para reparar el camino, una estrecha vía donde la tierra se había ablandado por las lluvias caídas entre el jueves y el viernes pasados.

Archela ha explicado que el camino del restaurante presentaba algunos baches y socavones, aunque sin llegar es ser "inservible", lo que pudo provocar que el autocar volcara al pasar por una "curva muy cerrada" de la vía.

Los Bomberos desplazaron la tarde del sábado a la zona una veintena de dotaciones, una de ellas aérea, incluidas las de los especialistas del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) y el Grupo Operativo de Apoyo (GROS).

Protección Civil informó de que al llegar al lugar, diversos ocupantes ya habían conseguido salir por su propio pie del interior del autocar. Uno de los pasajeros aún permanece hospitalizado.