En California, una especie de 'San Antón' recorre las calles para cuidar y curar a los animales que encuentra a su paso. La cadena 'CBS' recoge la historia de Kwane Stewart, un veterinario que, desde hace unos años, amplió su red de pacientes para ofrecer atención gratuita a las mascotas de las personas sin hogar.

Con una trayectoria de más de 20 años trabajando para la salud de los animales, hace un tiempo decidió desempeñar esta labor de forma desinteresada: "Cuando tenía tiempo libre o bien iba de camino a casa, si veía a una mascota necesitada, le ofrecía ayuda". Una asistencia que bien podía ser la realización de un chequeo rápido o bien asumir el coste de algún medicamento o de comida. Según él, "dar un poco puede marcar la diferencia".

Su fama se extendió hasta el punto de que la televisión llamó a su puerta y le ofreció realizar su propio 'reality': 'The Street Vet'. Un programa que no solo recoge su labor, sino la historia que hay detrás de esas personas sin hogar y sus mascotas.

Con su presencia en la televisión, Stewart encontró la oportunidad de fomentar la ayuda desinteresada: "Espero crear conciencia y alentar a los demás a que también den un poco".

Sin embargo, su labor tiene un coste, y en muchos casos, desorbitado. Por ello, ha abierto una cuenta en 'GoFundMe' en la que recibe donaciones que contribuyen al cuidado de estas mascotas. Estos donativos van destinados tanto a problemas menores, como infecciones en el oído, pulgas o vacunas a otros más graves como la extirpación de un tumor. Unas dolencias cuyo tratamiento podría ir desde los 100 dólares (unos 90 euros) para las más sencillas, a los 1.500 dólares (unos 1.360 euros) para las más graves.

Unas ayudas que, según él, no solo repercute en el animal, sino que también "marca la diferencia en la vida de sus propietarios". "Trabajando en las calles, he experimentado algunas de las historias más genuinas de amor, compasión, lucha y esperanza", reconoce el veterinario, quien no duda en admitir que la experiencia ha supuesto "un cambio" en su vida "realmente inspirador".

A pesar de todo lo logrado, el veterinario muestra su ilusión intacta pues, después de 20 años en el oficio, considera que "el mundo de las mascotas es enorme" y que él, aún sigue "comenzando" a descubrirlo.