Un desvanecimiento del conductor es la principal hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil para esclarecer las causas del accidente en el que ayer murieron cinco personas y otras cuatro sufrieron lesiones graves o muy graves al empotrarse un autobús contra el pilar de un paso elevado en Avilés.

En el momento de la colisión, el autobús iba a unos 80 o 90 kilómetros por hora, pero tanto por la trayectoria que siguió en los últimos metros de su recorrido, como por la ausencia de frenadas, se baraja que el conductor, Omar L.M., de 40 años, hubiese sufrido una indisposición al volante.

La empresa ALSA, a la que pertenece el autobús siniestrado ha manifestado que el conductor recibió la calificación de Apto en todos los reconocimientos médicos anuales que la empresa facilita a sus trabajadores y que son realizados por servicios de prevención independientes, el último de ellos el pasado mes de abril de 2018.

El Sector de Tráfico de la Guardia Civil, que ha asumido la investigación, dirige su principal objetivo a determinar si el conductor pudo haber perdido el conocimiento por un mareo, una bajada de glucosa, un infarto o cualquier otra causa.

La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, también se ha inclinado por esa hipótesis como la más probable ya que, según ha explicado, no hay rodadas en la calzada donde tuvo lugar el accidente, lo que demostraría que el conductor "es una víctima también" y que no tuvo capacidad de reacción.

"Si hubiera sido un despiste, hubiera tenido capacidad, porque los propios pivotes le hubieran alertado", ha declarado Losa, en referencia a los conos y separadores de carriles de plástico que había en la zona, que se encontraba en obras, y que arrolló antes de estrellarse. Desde la Dirección General de Tráfico, su director, Pere Navarro, ha asegurado que la compañía Alsa, propietaria del autobús, destaca por su "obsesión" por la seguridad vial y que es un referente nacional en ese campo, pero que en todo caso habrá que esperar a la reconstrucción que la Guardia Civil haga del siniestro.

Según el presidente de Alsa, Jacobo Cosmen, aún es pronto para descartar o confirmar ninguna hipótesis y que lo importante es estar junto a los heridos y sus familiares, así como colaborar con las autoridades para esclarecer las causas. En una jornada de luto en la que las banderas ondean a media asta en Asturias, Cosmen participó en la concentración celebrada al mediodía frente al Ayuntamiento de Avilés, donde unas 2.000 personas, entre las que había numerosos políticos y autoridades, guardaron cinco minutos de silencio, uno por cada fallecido en el accidente.