A la una y media de la tarde un individuo irrumpió en una farmacia y encañonó con su pistola el cuello de una clienta. Al grito de "al suelo" la empujó con fuerza para acceder al dinero de las cajas registradoras. "Se metió para adentro y le dije que cogiera lo que quiera", explica la farmacéutica.
Encapuchado, con el rostro cubierto y guantes en sus manos le pidió el dinero a la empleada a quien también obligó a agacharse. Con rapidez robó todo el dinero de la caja, no se dejó ni las monedas. A gritos, pide a la empleada que le abra la otra caja y la vacía en segundos, no contento con el botín, pregunta dónde hay más dinero. "Alrededor de mil euros entre la recaudación del día y lo que se deja del anterior", explica la farmacéutica.
En la rebotica, otra empleada apretó el botón del pánico, pero nadie llegó a tiempo. En apenas dos minutos el ladrón se llevó la recaudación de toda la mañana. El atraco fue grabado por las cámaras de seguridad de la farmacia y las imágenes las está analizando la Policía que está investigando este robo con violencia.
"Lo mejor es no ofrecer ninguna resistencia y coger datos físicos de esta persona para aportarlos a la Policía", explica Serafín Girado. El atraco apenas duró dos minutos, pero estas dos mujeres difícilmente podrán olvidarlo.